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Busco secreto para compartir en mi montaña.

Oligofrénicos, abstenerse.

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Gracias.

Lo dejo a tu criterio

Nada se compara con la felicidad que me genera el Colgate Sensitive!

Soy una pobre ingenua, o sólo una reverenda infradotada?

Milagros inesperados

Acabo de descubrir una forma maravillosa para dejar de tardar cuatro horas y media en bañarme: pongo al palo algún temita que odie, y me meto a la ducha.

Sépanlo: Enrique Iglesias les puede solucionar la vida.

Prefiero a Flanders

En un nuevo capítulo de “Los inútiles de mis vecinos” (para ediciones anteriores, tocame acá, y acá), debo admitir que cada vez me sorprenden más y más.

Ahora parece que él la mandó (ejem…) a ella a la peluquería porque no va nunca, ella se hizo algo que a él no le gusta y ella trata de lidiar con que le diga “no te estoy diciendo que te quede mal, nena, te digo que pareces más grande” y “ya que vas, hacete algo copado, no algo de vieja”.

Juro por la memoria de Polly Poquet que no quiero pelearme con nadie; vengo muy tranquilirijilla como para arruinar mi paz. Pero que éste grupo de poligrillos mutantes que no hace más que gritarse sandeces me despierte de mi amada siesta, sólo porque él es un guarango, y ella un ente sin voluntad propia, me tienta demasiado, y me hace seriamente barajar la posibilidad de mandarlos a meterse una batata en el recto. Pero quien sabe… Con mi suerte, seguro que hasta lo disfrutan.