martes, 27 de abril de 2010

Trastorno por déficit de atención


La cosa es así.


Él: La Bestia. Gerente de no sé qué, de un banco privado. 39 años. Prototipo ideal de supuesto Charles Ingalls: casado, tres hijas - seguramente de trenzas doradas-, esposa mantenida, un perro. Labrador, obvio.

Yo: un desastre. Soltera. Sin trabajo. Mente inquieta. Cuerpo ídem. Prototipo ideal de “la otra”.

La bestia es un tipo que se jacta – tiene con que – de ser un amante ideal.
Sabe muy bien lo que hace con su talento para seducir, cuando aplicarlo y cómo se debe mover la lengua. Maravilloso. Uno de esos que te roban el aliento con la mirada, y te arrancan el alma de sólo rozarte.

Debo admitir que cometí, hace varios años ya, el pecado mortal: me enamoré de él. Con el tiempo lo superé, y pude volver tranquilita al lugar de donde nunca me tendría que haber corrido.

Este bello hombre, seductor y manipulador como ninguno, el mismo que adora cancherear a la distancia para dejarte lista a la hora de pasar a los bifes, es el que hoy no pudo evitar portarse como un chico.


Este proyecto de Mister Músculo no tuvo mejor idea que olvidar uno de tantos mensajes (hot?) enviados a esta personita.


Tarado!!!!! Se borran los recibidos, pero también los enviados!!!!!!!!!!

La tecnología lo volvió un imbécil.

La que lo descubrió fue una de las hijas, y como se ve que a la niña no le gusta perder el tiempo, corrió a mostrárselo a mamá.

Conclusión: hoy, a las siete de la mañana, me despierta el celular. Miro el caller id, bostezo, presiono “responder” y digo, a viva voz (qué pelotuda soy!!): “hola, hermoso… me parece que te equivocaste de horario”.
Silencio.
No hizo falta nada más; ahí lo supe. No era él quien precisamente había llamado.
Mi mano cerró el fono, mi cara se transformó, y el pánico se encargó del resto.

No voy a engancharme en ningún discurso moralista ni nada. Yo soy de las que creen firmemente que la única persona que debe explicaciones es aquella que está faltando a un acuerdo. Yo, en éste caso, no tengo que rendirle cuentas a nadie.

Hay que tener talento para ser/tener un amante. Y no hablo de lo meramente sexual. Ok: hay algunos que te agarran y te matan como si hubiera pasado una década desde la última vez que la pusieron. Y estoy segura de que - para el que porta el anillo en el dedo o el compromiso en el corazón - la pasión es, en gran medida, resultado de la fucking adrenalina.

Pero hoy no es ese el tema. En la cama, el auto, el pasillo que da a la calle o incluso en su propia oficina del banco, la Bestia siempre fue y es más de lo que podría desear en años.
Pero no alcanza.

Es asombroso como un pelotudo te puede sacar de clima tan rápido.

2 comentarios:

Ivan dijo...

Este tipo es un gil terrible, podra ser todo lo manipulador, canchero, buen amante, pero es una deshonra para el gremio!!

A este tipo le falta mucho para ponerse el parche y sacar el loro de la jaula!!!por dios que pelotudo!!

Ser un buen amante no implica solo serlo sexualmente.

Espero que la mujer le haya dado su merecido, solo por ser TAN PELOTUDO!!

Lola dijo...

Ivan
Te cuento: para empezar, obviamente, mi Bestia perdió TODA posibilidad de entretenimiento. Y no hablo de sus visitas a mi casa, sino de que ahora, hasta le prohibieron ir a jugar al fútbol los miércoles. Jajaja!
A mi, lo único que se me ocurrió fue decirle (ya contaré como sigue esta historieta) que le compre un auto y ya. O el programa de cable será una mejor opción?
Anyway, el pobre está en penitencia.
Q se joda por tarado.
Mi filosofía es "ojos que no ven, corazón que no siente".
Pero si sos tan tarado como para que mis ojos lleguen a verte, te mereces un cuetazo en el orto.
He dicho.