martes, 13 de julio de 2010

Pero yo tengo cara de qué?

Iba tranquilita en el subte, al mediodía.
Camino al trabajo, sentada, los auriculares al mango, y terminando de maquillarme.
A mi derecha, ni idea.
A mi izquierda, una vieja inquieta.
Pero como justo en frente tenía una mega bestia de unos cuarenta años, morocho, grandote y pelo bien cortito, el mundo que me rodeaba no me interesaba.

Lástima que, justo cuando el intercambio de miradas con el moroquio empezaba a hacerme pensar en los más deliciosos rituales de apareamiento, la vieja me tocó el hombro.

Como nunca soy violenta de entrada, le pregunté que necesitaba, y su respuesta me dio asco.
“No tendrás un alicate por ahí en tu cartera, que se me levantó esta pielcita y no la aguanto más?”, me dijo, mostrándome una de sus repugnantes pezuñas.
“No, disculpe pero no tengo”, le contesté.

Cuando volví la mirada hacia mi amor subterráneo, ya no estaba.

Yo sé que no es tan grave, pero puede ser que una vieja guanaca, posiblemente abuela de la niña Medeiros, me haya arrancado de mi limbo de fantasías sadomasoquistas?
Acaso tengo tanta cara de farmacity como para que se crea que ando con todo mi kit sanitario a cuestas?
Por qué le pedí "disculpas" por no poder cumplir con su pedido?
Y para peor: cómo diablos se le ocurrió que, en caso de tener el alicate, se lo iba a prestar para que se arregle su uña putrefacta?

Todo bien con los viejos, pero sólo cuando están lejos.

3 comentarios:

No es lo mismo Free Will que Free Willy (?) dijo...

Cuando leí el título pensé que la anciana le había dicho algo inapropiado, bañado por elementos culturales propios de generaciones con distintas formas. Igualmente hubo un acto así, pero quizás en la edad media no estaba mal visto en la sociedad solicitar alicates u otros elementos cortantes en el subte (?). A mí lo que me molesta del subte es saber que quienes trabajan allí cobran salarios cercanos a los 5 mil pesos por trabajar 4 horas, y encima cada dos por tres se les da por quejarse de sus condiciones de trabajo. Por esa plata, trabajando sólo 4 horas por día, yo estoy dispuesto a catar agua del fondo del riachuelo (?) Pero volviendo al tópico que nos reúne...se me ocurre que la solución podría haber sido hacerle un ademán con un golpe de cabeza a la viejecita, indicándole que pose su mirada en el mismo muchacho que admiraba lola. Lo demás sería lógica pura, para la doña visualizar una fantasía con el joven hombre le hubiese hecho olvidar que tiene piel, ya que si tuviese en cuenta ello, sería posible imaginarse un encuentro cercano de tercer tipo con el sexo opuesto.

A.C. dijo...

Hola! De blog en blog aterricé en el tuyo y me gustó.
Yo en tu lugar le hubiera dicho directamente que no y ya. El tema es que a veces a uno lo descolocan preguntas semejantes, no?
Te dejo mis saludos e invito a conocer mi espacio

(Damian!?) dijo...

La verdad hiciste bien mira si le prestabas el alicate y la vieja se cortaba y justo habia venido de africa y tenia ébola eh? EH?

una asquerosidad, y ne que hablar en verano, juira subte, me quedo con el 168 =)