miércoles, 12 de mayo de 2010

Qué sacón de onda...

Hasta hace un par de días, las ya viejas y queridas páginas de contactos, eran una opción más. Not any more. Ya les contaré why.

No sólo he sido víctima del célebre desesperado que rogaba porque cada una de las suscriptas le presten sus tangas, y de las más dudosas propuestas de matrimonio.

Este recurso de los tiempos modernos me ha enfrentado en reiteradas oportunidades con aquellas cosas que odio. Y si aún no las defenestraba, ahora sí.

A ver, dulces angelitos: si una se toma el trabajo de pensar una forma no aburrida (jamás me atrevería a decir divertida) de describirse, y hablar de “lo que busca”, por qué nadie lo lee?

Todo bien. Pero (siempre hay un pero) una cosa es que me escriba un tipo de 44, cuando yo especifiqué que sólo estoy dispuesta a enmantecar, enharinar e incarle el diente sólo a machos de 32 a 40, y otra muy diferente es que me escriba uno de 65 – sí, señores! Tres años más grande que mi viejo!- con ganas de que lo acompañe a jugar a las bochas o que lo ayude a llamar a Pami escucha.

El primer mensaje siempre es definitorio.
Si hay:
- errores ortográficos, semánticos, morfológicos
- algún rasgo de desesperación o tratamiento psiquiátrico
- fotos con menores de edad (a ver si cuidan un poco a sus hijos, che!)
- vestuario tipo Payaso Mala Onda
- exceso de pelos…
NO RESPONDO. BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA. NI QUE ME AMENACEN DE MUERTE O DE HACERME ESCUCHAR A LOS PARCHÍS.

Pero como mis manías siguen, si agrego a alguien al tan útil msn, y lo primero que me pregunta es “quién sos?”, las ganas se me van. A ver, querido: hace dos segundos estábamos en la ventanita del chat. Por tu propuesta, y para comodidad de ambos, decidimos pasar a otra instancia tecnológica. Es necesario que te olvides de que quedamos en esa boludez? La única, real y tajante respuesta es… ta tan ta tan… NO!

Pero hay uno que fue insuperable. Por mucho. Lejos. Cachetazo.

Me mandó una animación, seguida de una solicitud.
Lo agregué al chat de la página en cuestión. Más tarde, pasamos al msn. Eras taaaaan simpático.
Media hora de charla animada, y divertida.
Se ve que lo tuyo no son las despedidas.

JohnnyWalker71 dice (23:22): ants de q t vayas, quiero decirt algo

Lola dice (23:22): venga

JohnnyWalker71 dice (23:23): quiero q me la chupes ya con esa boca de puta q tns :))

Lola ha cerrado sesión (23:23).

Ok, Johnny. Yo podría chupártela entera, comérmela toda y hasta tragar feliz, pero… me podés explicar qué carajo significa esa carita de mierrrrrrda, justito ahí?

2 comentarios:

Yo no insulto, la puta madre! (?) dijo...

El problema radica, principalmente, en el hecho de vivir en sociedades cosificadas en donde todo rastro de humanidad ha quedado sepultado en el silencio de un muro de cristal líquido. A mucha gente no le genera ni siquiera un mínimo sentimiento de culpa actuar en formas irrespetuosas o descuidadas, ya que el anonimato es su escudo, y viven con la falsa ilusión que del otro lado de la pantalla hay un objeto con el que pueden saciar su necesidad de consumo. Error, del otro lado hay personas, las personas sienten, piensan, vibran, tienen ideales, y por sobre todas las cosas..... merecen ser respetadas.

Sanguche dijo...

Que comentario Insulto, eh!

Las personas pueden divirse en dos grupos o categorias:

- Los que tienen sexo

- Los que quieren tener sexo

Su amigo Walker, evidentemente tendra problemas para migrar de uno al otro grupo.