miércoles, 26 de mayo de 2010

Se acabó lo que se daba

Creo que la única causa por la que F no se dio cuenta de que ante su pregunta me puse colorada, fue porque estaba mirando el show central de la noche.

Excitación al margen, la realidad es que yo no podía dejar de pensar en como escapar.

Para peor, en ese momento aún no vivía en mi amada Urquiza, sino a dos horas y media de donde estábamos. Serían las tres de la mañana, y yo ya sabía que no iba a encontrar forma humana posible para arrancar a mi chofer personal del lugar.

“Y si me tomó un taxi? Y si me escondo en el baño? Y si me hago la desmayada?”.
Ninguna de las tres opciones me convencía, así que sólo la suerte sería la encargada de definir mi futuro.

Terrome, terrome, tesín, tesan. Terrome, terrome, quepúm, bajá. AL BAÑO!!!!!!!!!!!

Mientras F seguía embelesado con la imagen de la chica con más puertos usb de la historia, yo puse mi mejor cara de nada, y enfilé hacia mi destino, sólo deseando que no se repitiera la visión del boliche anterior.
Y como la limpieza ahora sí estaba a mi favor, entré, bajé la tapa de un inodoro, y me senté a pensar como mierda iba a salir de ahí.
Para empezar, opté por dedicarme a escuchar cada una de las conversaciones que allí se daban.

Entre esposas desesperadas que querían retener a maridos aburridos, streapers sin un mango en busca de una oportunidad y travestis que luchaban por esconder su masculinidad, me topé con Nati, una que – gracias a Dios - estaba más perdida que yo.

Desde mi lado, podía ver sus pies en unas sandalias geniales. Sacudía la simpática patita izquierda nerviosa, y no hacía más que hablar con amigas que no podían venir a su rescate. Bingo!!!! Ella estaba tan al horno como yo, y quería salir corriendo como loca.
Le hablo? No le hablo? Le hablo? No le hablo? Le hablo? No le hablo? Le hablo? No le hablo?

Un resoplido suyo fue suficiente para entrar en pánico ante la posibilidad de que se fuera, así que…

Lola: che… me parece a mi o estás en la misma que yo?
Nati: eh?!?
Lola (asomando una mano por debajo de la división): yo, acá…
Nati: ah, hola.
Lola: Hola. Te querés ir, no?
Nati: igual que vos.
Lola: jurame que no me vas a matar y compartimos un taxi.
Nati: y si vos me afanás?
Lola: y si vos me secuestrás?
Nati: y si vos me robás un riñón?
Lola: andate a la mierda. Querés irte o no?
Nati: hasta dónde vas?
Lola: hasta Adrogué, vos?
Nati: hasta Almagro.
Lola: la puta madre.
Nati: bueno, che! Es eso o nada.
Lola: …
Nati: vamos?
Lola: …
Nati: che!
Lola: de quién te escondés?
Nati: de la trola de mi novia. Vos?
Lola: de mi futuro ex marido.
Nati (abriendo la puerta de mi baño de un empujón): a ver, novia fugitiva, me tenés los ovarios al plato. Venís o no?
Lola (puchereando): bueno.
Nati: llamo un taxi.
Lola: gracias.
Nati: De nada. Che… qué lindas tetas tenés… Y si nos quedamos?
Lola: ANDATE A LA MIERDA!!!

Y así fue como Lola se cagó la noche solita, y se tuvo que bancar que F repartiera espermatozoides hasta las siete de la mañana.
Qué pelotuda!

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